Esquí Club Alpino de Gijón: DE TEMPLOS, BUDAS Y MARIPOSAS - PARTE II

Imágenes propiedad de Luis M. Lafuente

Mao Tse-Tung dijo.. "El peor enemigo de la revolución es el burgués que todos llevamos dentro."

Buddhist Music

El color índigo indica mas de lo que muestra, representaría un estado

superior de evolución, rayando con la divinidad.

Bhudas en Feilai Feng

El Templo Lingyin (del alma escondida o del retiro del alma) fue construido en el año 326 D.C. ha sido derruido y construido unas 16 veces, debido a diferentes guerras.

Entiendo que para los habitantes de éstas tierras éstos son lugares notables, sagrados o venerables, y deberían de ser un lugar de meditación y de silencio, pero lamentablemente es todo lo contrario, es como si en Covadonga se hiciese la feria de Abril y cobrasen por todo, ellos ya son propensos a hacerse oír, todo el mundo debe de enterarse de lo que habla y con quién lo hace.

Los jóvenes historiadores, haciendo el papel de Guías acompañan grupos de turistas chinos y les explicaban mediante micrófono y amplificador la historia de aquellas tallas esculpidas en la roca, de repente todos se detenían y alzaban sus impresionantes cámaras Canon Mark y objetivos de 500 mm, otros utilizaban el teléfono, muy pocos compactas.

El ruido era atronador y nos decidimos a entrar a lo que creíamos que sería la paz de los templos, en la entrada nos cruzamos con lo que creí era un lama, bajaba con su mano con el cuenco extendido, a su lado le acompañaba un discípulo que movía ritualmente un molinillo de oraciones.

Accedí al primer templo subiendo unas enormes escaleras de piedra que nos condujeron hasta un gran edificio, un enorme templo en lo que podría ser para nosotros el equivalente a una Catedral, entramos y me coloqué en silencio e inmóvil tras una enorme columna intentando ver como se movían aquellas gentes, mi cámara estaba con un Asa elevado pues la iluminación que solo procedía del exterior del Templo le daba al conjunto un ambiente íntimo, tras de mi, uno de los fieles que entraba con abundante incienso fue "expulsado" del lugar por incendio de las varillas de incienso, era como si llevase una antorcha en la mano, la encargada del orden, orden inexistente, era una guardesa con muy mala leche y la llamo así porque no encuentro la palabra adecuada..

Viendo que utilizaban flash, que sonaban hasta teléfonos, ya me despreocupé, viendo que el ambiente religioso era relajado me dediqué a fotografiar detalles, marqueterías y deidades de guerreros de aspecto amenazante, que empuñaban espadas, lanzas, arcos, con una altura de unos diez metros disponían no obstante de unos reclinatorios de seda donde algunas personas, proporcionalmente pocas, se arrodillaban.

Me di cuenta del ambiente y los juegos de luz, el incienso, que provocaba una bruma artificial.

Lo avanzado de la hora hacía que el sol entrase por entre las marqueterías iluminando los detalles dorados del personaje principal, una enorme estatua de Buda de bondadoso aspecto, con la parte superior de color índigo, tono que indica mas de lo que muestra, y que representarían un estado superior de la evolución, rayando con la divinidad.

Todas las religiones han jugado con la luz en sus templos, troneras certeramente orientadas, bellas cristaleras emplomadas, estudiada distribución de todos los elementos que la luz realza para dar al todo un aire de divinidad, de solemnidad, de milagro, de intima relación con su creencia, y seguraría que hasta el ser mas escéptico o ferviente no creyente apreciara la belleza de esos lugares, pues la belleza que emanan sortea las creencias y se fija en la magnífica arquitectura milenaria, edificios que fueron reedificadas decenas de veces debido a guerras y revoluciones, a unos cientos de metros de allí hay unas magníficas estatuas excavadas en la roca, en cavernas, todas ellas tienen destruidas la cara.

Días después pregunté a unos "nativos" la razón de esa destrucción, de cuatro, tres dijeron ignorarlo, solo una de ellas me dijo lo que yo ya sabía, con solo tres palabras, no parecía ser un tema de conversación que diese para mucho, no se si equivocadamente pero me pareció que era un tema tabú, con tres palabras fue suficiente y educadamente cambiamos de tema..

Habría quedado allí durante mas tiempo, pero había que volver antes del cambio de turno de los taxis, no hubo suerte y tuvimos que volver a la ciudad caminando, afortunadamente ya iba entrenado, al cabo de mas de una hora nos salimos de la barahúnda y encontramos un taxi en una calle lateral, llegamos al hotel con tiempo suficiente para regalarnos una ducha e ir a cenar, allí pasan el día comiendo, eso creo que podría merecer otro capítulo, aunque las imágenes gastronómicas que tomé fueron todas con el móvil, gran invento por cierto..

Cuando volvíamos caminando aun nos dio tiempo para maravillarse con el atardecer sobre el Lago del Oeste, West Lake or Xī Hú, Unesco world Heritahe site, en 2011

"Basta con decirle al taxista... Xi Jú."